El Doctor Pérez murió de un ataque en plena sala de quirófanos. Volvió a la vida. Vio con terror una aspiradora emerger en el cálido útero maternal. Un grito sordo, un brazo desprendido. Esta vez, él sería el abortado
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
No he leido todos pero en general me parecen muy, muy buenos cuentos. saludos.
2 comentarios:
No he leido todos pero en general me parecen muy, muy buenos cuentos.
saludos.
Gracias, espero tengas tiempo de leerlos después.
Un saludo afectuso.
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