jueves, noviembre 24, 2005

Esperándote.



¿Cuánto tiempo llevo bebiendo? ¿Desde cuándo estoy encerrado en éste miserable cuarto? ¿Desde cuándo dejó ésta vida de importarme?

No sé por que me hago tonto a mí mismo si la fecha está marcada en el calendario, la fecha Abril del 99, quizás tan viejo como el maldito televisor. Te fuiste de mi vida tan rápido como llegaste, casi como en un suspiro.

Cuando entré en aquél bar, difícilmente pensé que conocerte marcaría mi vida, de todas las mujeres que había, tuve que escogerte a tí (en realidad la que eligió fuiste tú). No eras la más hermosa, pero en cuanto te vi acercarte, supe que no habría nada ni nadie que evitara el encuentro. Parecías un ángel flotando hacia mí.

Tuvimos una breve conversación, tan efímera que no la recuerdo, tomaste mi mano y me llevaste fuera de ese lugar. Yo en ese momento te hubiera seguido hasta fin del mundo, quién lo hubiera pensado, he vivido un infierno desde ese día.

Subimos a mi auto, tomé el camino que lleva hacia el mar, no dijiste una sola palabra, tu mirada parecía perdida, por momento cerrabas los ojos y respirabas hondamente, como cuando el condenado a muerte espera la inyección letal, como si fueras a lanzarte al vacío.

Llegamos por fin a la playa, no demoramos ni un instante, nuestras ropas volaron por todas partes, nuestros cuerpos ansiosos se entrelazaron haciéndose uno sólo, el sonido de las olas apenas si pudo ocultar los gemidos de placer de ambos y fue al compás de ese dulce sonido que bailamos unidos hasta desfallecer de cansancio.

Cuando desperté ya no estabas ahí, no esperaba encontrarte, pero por un momento pensé que quizás pudo haber sido eterno.

Un año después, me detectaron el virus del SIDA. Por un milagro o un castigo divino sigo vivo (o muerto en vida). Todas las tardes me siento aquí, solo frente al televisor. Esperándote…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena maestro. Un final muy inesperado, pero muy cierto. La moraleja, no nos olvidemos que por muy enamorados ke estemos, siempre es mas seguro con condón... Buen cuento... peace....

Anónimo dijo...

a veces vale la pena arriesgarse por un instante de felicidad, aunque poco despues mueras....pero en realidad que es la muerte???
te quiero hermano