viernes, enero 15, 2010

Amor Eterno.


Permanezco en la puerta, tomo un poco de aire. La botella de vino y las copas tintinean al golpearse. Me tiembla el pulso ¿Quién iba a imaginarlo? Después de tanto, aún tiemblo cuando vengo a visitarte. Empujo la puerta con suavidad. Las bisagras rechinan un poco, mis piernas ahora son las que tiemblan.

La luz está apagada. No importa, conozco el camino a ciegas. Bajo las escaleras con cuidado, me acerco a una mesa y enciendo las velas. Sirvo el vino y me siento a esperar a que salgas de tu escondite.

Luces preciosa esta noche. El vestido negro aún no se ha descompuesto. Me encantaría decir lo mismo de tu piel y de tus ojos. Pero sabes que siempre te amaré, no me importa si estas muerta o no. Ven a mis brazos y bésame con esos labios fríos que tanto adoro.

2 comentarios:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

Genial,veo que cada vez te superás a vos mismo. Muy bueno . Neli :D

The Viewfinders dijo...

¡Órale, primo! Me encantó. Me gusta tu estilo :)